esperó
y esperó.
Con
su corazón
lleno
de ilusiones
trasnochadas.
Tiempo
que pudo
no haberse
perdido.
Promesas
incumplidas.
Sueños,
que solo son
sueños.
Abrazos
que no se dieron,
y un
Siempre,
que dejó
de serlo.
No preguntes por qué escribo, pregunta que siento al hacerlo. Y te responderé: «Tranquilidad, aire, cielo y nubes. Frío y calor. Libertad, y el agua de mar que roza mi cara. Palabras...».
Debes dedicar más tiempo a tu interior. Pensar, que de no ser porque existes, no estarías preguntándote si tu existencia ocurre en vano al c...
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