Hoy tengo el corazón encogido
impertinente, inexistente; frío como la nieve.
Ya no siente, ya no llora; solamente espera.
Pero a veces se cansa de esperar, de las amistades, del amor, de la vida.. y es entonces cuando se deja ir y ya no espera nada, si quiera más allá de lo inimaginable.
Suele reclamar lo que fue o pudo ser en algún instante inigualable.
Contiene recuerdos memorables (otros no tantos) y a veces.. a veces quiere serlo todo, cuando no es nada en absoluto.
Hoy me apetece escribir letras para ti, y el día que ya no lo sean, serán letras en el aire dedicadas hacia mi; letras que forman cartas y cartas que forman memorias nunca enviadas a su destinatario.
Hoy tengo el corazón encogido
impertinente, inexistente; de las noches en vela velando por ti.
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