domingo, 7 de octubre de 2018

Tiempo

Debes dedicar más tiempo a tu interior. Pensar, que de no ser porque existes, no estarías preguntándote si tu existencia ocurre en vano al cometer ciertos errores. Pero, cometer errores es de humanos, y quizás más de uno es inevitable.
Lo único que no debes hacer es dejarte en el olvido, porque si algunas personas lo hacen no significa que vayas a merecerlo. No te daré una excusa, ni siquiera para decirte que "todos somos importantes a nuestra manera", pero sí es cierto que tú debes ser importante para ti y las personas que consideres así.
También es triste pensar que, cuanto menos esperes de alguien más, menos decepciones serán posibles. Confiar en ti mismo nunca te traerá decepciones sino intentos fallidos que pueden ser nuevamente repetidos. Hasta la saciedad, si así lo deseas, pero no quieras dejar de intentarlo porque sea la enésima vez. Existen números y oportunidades infinitas para conseguirlo, y la única forma de alcanzarlo es nunca dándose por vencido.

jueves, 4 de enero de 2018

Universo

Estás aquí. 
Puedo rozar tu rostro con la yema de mis dedos y saber que estás aquí. Tus párpados descansan y yo no quiero causar molestia en tu reposo, por eso me uno al contacto de tu piel y abrazo a tu alma en una interrupción de nuestra distancia.
Quiero hacerte saber que, ahora que puedo sentir los latidos de tu corazón contra mi pecho, necesito que nunca se detengan. 
Te busqué en mi universo cuando me diste razones para creer en un futuro, y tú estabas entre ellas. Para creer, incluso, en la vida. Aunque no pudiera si quiera tocarte todavía. 
Pero, ahora que puedo cumplir mi sueño, desearía despertar cada día a tu lado y recibirte con un café entre las manos. Besar tu frente y asegurarme de que estás a salvo.
De tu mano quiero crecer y aprender a valorar los pequeños detalles. Quiero verte volar y demostrarte que tus alas extendidas podrían ser mi hogar en un abrazo, porque cuando crees en la posibilidad de que algo pueda suceder, se hace realidad. Y si no ocurre, estaremos bien mientras pueda responder que continuamos brillando. 
Aunque tú no necesites oscuridad ni luz en exceso para iluminar más allá de la estancia en la que nos encontramos.
Y el día que tu luz se apague, quedarán estas palabras para recordarte, porque yo quiero darte la vida eterna, por eso te escribo. Para que tu universo no caiga en el olvido.

viernes, 8 de septiembre de 2017

Crimen perfecto

Se despertó cinco minutos antes de que el despertador marcase las ocho en punto. De un movimiento imprevisto, detuvo la canción que había determinado particularmente sin darle siquiera la oportunidad de comenzar.

Se incorporó y apoyó los pies descalzos en el gélido pavimento, dejando que el escalofrío habitual recorriera sus piernas hasta la cintura sin detenerse, con mesura. Jadeó en un sutil suspiro y echó un rápido vistazo en dirección al lateral derecho de la cama, abalanzándose después sobre las sábanas azul cielo aún sin deshacer.

—Espero que hayas dormido bien, cariño. 

La brisa que acarició con suavidad su mejilla contagió a la curva de su sonrisa, que aumentó con una velocidad vertiginosa. 

Acto seguido, se estiró y alcanzó un cigarrillo de la caja que guardaba en el doble fondo de la mesita de noche. Avanzó hacia la ventana instintivamente cogiendo el mechero que descansaba en el marco de la cristalera y encendiéndolo segundos más tarde, inhaló con indiferencia una bocanada del aire fresco que provenía de la calle y cerró la abertura.

—Perdona, es que tengo un poco de frío. ¿Tú no?

Sacó su usual uniforme del armario y tras haberse vestido casi de manera automática, caminó hasta la puerta de la habitación para, a continuación, cruzar el pasillo y bajar las escaleras que daban al salón de la vivienda. Se dirigió al baño de invitados a paso ligero y con la barra de labios que alguna vez fue su preferida, delineó su boca de rojo escarlata. Dejó restos del pintalabios en el espejo antes de salir, desabotonando también los primeros botones de su camisa y acomodando varios mechones de su cabello sobre sus hombros.

Se acercó a la cocina dando una calada a su cigarro y aproximándose al fregadero divisó el martillo sobre la encimera. Negó con la cabeza de forma ocurrente y lo aseguró violentamente en el segundo compartimiento de la despensa. Apenas rozó el cuchillo cuando enjuagó los cubiertos y los dejó secar en el escurridor.

Por último, recorrió la estancia hasta encontrarse frente al gran congelador independiente de su marido y alzó la cubierta, esbozando una sonrisa cómplice hacia el ocupado interior.

—Hasta luego, mi vida. Hace un día maravilloso, pero es una pena que no vayas a poder disfrutarlo. 

Descendió sus párpados minuciosamente con ayuda de la yema de sus dedos hasta que tuviera los ojos íntegramente cerrados y dejó caer bruscamente la tapa, sacudiéndose las manos contra la tela que colgaba de un costado del frigorífico, recogiendo posteriormente el bolso que reposaba sobre el apoyabrazos de la silla.

Y, observando una vez más cómo las cortinas se movían al son de su despedida, abandonó su hogar sin obtener respuesta alguna.

sábado, 21 de enero de 2017

miércoles, 30 de noviembre de 2016

La violencia hacia la mujer está acabando con nosotras.
Cada día, a cada minuto, se unen numerosas víctimas a la lista de esta gran pandemia que recorre el mundo entero. La que comienza controlándote, vigilando si sales o no de casa. La hora a la que llegas si le da por mirar el reloj cuando no contestas a sus mensajes amenazantes, ese vestido enseña demasiado, viviendo tu vida como si fuera la suya hasta el punto de llegar a sentirte dependiente de su presencia, de sus llamadas, de sus alarmas; y termina por asesinarte, porque tú te mueres por él y él por las ansias de acabar con tu amor propio. De obligarte a hacer aquellas cosas que siempre dijiste que nunca realizarías, sin excepciones, porque si haces todo lo contrario has dejado de quererle. Sentir lo mismo ya no está en tus planes, porque lo que te enamoró fue su poesía y la semana pasada utilizó la prosa para disculparse tras una pequeña pelea, con un no volverá a ocurrir que se veía venir para concluir, ¿no es cierto?
Al firmamento que cubre a España se le han sumado cuarenta estrellas este año, sin contar a las que quedaron en el olvido entre tanta noticia sin demasiada importancia. Otra muerte a manos de su pareja, es lo que dirían los medios de comunicación antes de hacerlo público. Para ellos es una pérdida más que hacer viral, pero quiero avisaros de que nos están asesinando. Y sigue contando.
Mujeres que no han logrado detener a los brazos que más tarde la dejarían sin aire. Esas caricias muy fuera de lo común, esa mano que se le va un día y otro también. El pretexto que siempre esperas al final de casa frase. Y esa misma noche vuelves a encontrarte con el móvil entre tus manos a punto de salvarte, pero no te ves capaz. Él no lo hará más, cambiará. El día que consiga pillarte desprevenida para robarte el alma dejará de hacerlo, y cambiará, de casa y de país si es necesario con tal de poder continuar con la siguiente de su repertorio.
Y esto, por las que aún tienen la oportunidad de interrumpir la historia que jamás tuvo que haber empezado. De mandarlo a paseo, de ser libre. Porque ya no es el hombre de tu vida, mucho menos el padre de tus hijos: porque el que bien te quiere no te cortará las alas. Te lo prometo.

martes, 11 de octubre de 2016

Crecer

Todo individuo ha hablado de la muerte alguna vez sin tener en cuenta su verdadero significado.
La muerte es lo que te encuentras en el instante antes de crecer. Lo que se te planta en las narices preguntándote si quieres continuar. Si todavía tienes fuerzas, si aún permaneces coherente.
Tu mente e imaginación están creciendo día a día. Aportándote la capacidad que hoy conservas para convertir un desastre en la obra de arte más increíble encontrada. Dime si tú no te lo has cuestionado más de una vez: cómo demonios he llegado hasta aquí. Si yo era el caos hecho persona y ahora sé dónde estoy. Quién soy, que viene a ser lo más importante. ¿Tú quién eres? Porque crecer también consiste en conocer el alma que habita en tu interior. La que jamás se ha definido con un nombre en particular, porque un día puede ser primavera y mañana otoño.
El crecimiento también llama a los cambios. ¿Tienes miedo? Qué más da. Al final lo bueno siempre acaba durando menos que lo que nos hace daño, pero es lo que con frecuencia deberíamos recordar. Que ayer estuviste allí, pero hoy estás aquí y eso es todavía mejor. Significa que has crecido, que tu brújula ha encontrado la dirección correcta. La que marcará el destino que tienes escrito en la historia de tu vida, si decides empezar a escribirla. Cuánto antes mejor, que el tiempo puede llegar a ser un poco hijo del que algún día le pensó cuando llegaba tarde a trabajar. Y con bolígrafo, no vaya a ser que con el paso de los años se borre. Nadie quiere de vuelta a los malos recuerdos. Esos que se queden en el olvido, que yo ya he crecido y tengo mejores temas sobre los que reflexionar.
Pero antes de que no puedas crecer más, por favor vive mucho. Lee mucho. Escribe mucho. Disfruta mucho, que el problema será tuyo y no de cualquier otro. Enamórate mucho, tuya es la elección de si prefieres hacerlo de varias o de una única persona. Aquella que te quita todas las preocupaciones con una sola mirada. Aquella que te diría: te quiero libre.
Quiérete tú también. Como te de la gana, pero quiérete. Eso te salvará de la vida.
Y no sé si tendrá la fuerza de salvarte de la muerte, pero antes de que llegue: por favor, espero que hayas crecido lo suficiente.

domingo, 7 de agosto de 2016

Futuro

Estoy orgullosa de ti porque eres la mujer que siempre quisiste ser.

Estoy orgullosa de ti porque estás bailando sin que te importe todo lo que rodea. Estás cantando y lo haces de maravilla, ¿no te das cuenta?

Te han mirado y has sonreído. Tienes una sonrisa preciosa, y no soy la única que lo piensa. Me alegra ver como brillan tus ojos cuando lo haces. Cuando tu risa se convierte en la melodía favorita de la persona que se encuentra más cerca.

Me gusta cuando brillas porque adoro ver que todavía no te has consumido. Tus pétalos no se han marchitado y eso significa que aún te quedan muchos momentos por vivir. Me gusta cuando eres océano porque te hace sentir viva, y ojalá nunca te des por vencido.

Has evitado la muerte cientos de veces porque eres fuerte y yo quiero ver siempre tu corazón latiendo. No importa a qué compás mientras pueda sentir tus pulsaciones contra mi pecho. Algún día caminaremos juntas y podré agradecerte todas aquellas veces que me obligaste a continuar a pesar de las circunstancias.

Cuando te vi por primera vez no podía creerlo. Tu alma no había cambiado, porque sigues escondiendo a la chica perdida que te dio las ganas de seguir adelante a pesar de no conocer la dirección correcta.

Lo cierto es que alguien no puede estar perdido hasta que otra persona empieza a buscarle, pero tú te buscabas a ti misma y eso era suficiente. Siempre has sido suficiente, incluso cuando creías lo contrario. Yo siempre creí en ti, aunque no lo demostrase.

Me gusta el vestido negro que llevas. Tanto que casi desearía tenerlo puesto ahora mismo, pero aún me queda mucho camino por recorrer. Tú has sido valiente y lo has conseguido, por eso estoy orgullosa de ti.

Me gusta el tatuaje que asoma por tu espalda. El primero. Es tan real como tú, que estás moviéndote a lo largo de la pista como si fueras libre. Parece que vuelas. Eres el pajarillo que siempre deseé ver batiendo sus alas lejos de su jaula. Yo siempre estaré ahí para levantarte si caes.

Esta noche no te dejaré hacerlo. No otra vez. Necesitas tanto como yo encontrar un equilibro y cualquier instante puede ser la oportunidad idónea para hacerlo.

Fuera está la luna, en el cielo. Quiero que salgas pisando fuerte, sin miedo, y le grites que sí vales la pena. Pídele perdón por todas aquellas noches en vela en las que le hiciste pensar lo contrario. Sé tu propia voz y no la de otros.

Eres perfecta tal y como eres y no dejes que lo demás te hagan cambiar de opinión, porque en tu vida mandas y decides tú. Desde que empiezas a tener uso de razón hasta que mueres. Y, afortunadamente, todavía te queda demasiado tiempo.

No te vayas sin mí, por favor.

Quédate un rato más.

A bailar, o a donde la vida nos lleve.



Te quiere,

Lluvia.

Tiempo

Debes dedicar más tiempo a tu interior. Pensar, que de no ser porque existes, no estarías preguntándote si tu existencia ocurre en vano al c...